mi vida es una consecuencia del reductio ad absurdum

qué fácil juzgar. qué fácil ordenar, lo difícil es justamente saber desordenar. qué fácil pedir, qué fácil reclamar. a veces es fácil dar. qué fácil el rencor, la desidia. qué fácil obedecer, qué fácil es exigirle al otro que haga lo que queremos, que sea como queremos que sea. qué fácil derrapar, molestar... ser molestado también me parece fácil. es muy fácil querer ser único, pedirle al otro que nos aprecie y no mover un dedo para generarlo. fácil es ser fácil.
el amor es fácil, y a menudo exige algo del otro. Nietzsche planteó un par de cosas interesantes sobre el amor alguna vez. fácil es la propiedad privada, prohibir que fijen avisos y hacer sonreír porque los estás filmando. la claque es fácil. la genuflexia es fácil. la sumisión es re fácil y además es cómoda. qué fácil el posesivo, fácil el indicativo y el imperativo. fácil gritar, fácil callar, fácil morder, fácil caer. es muy fácil seguir un dialogo. fácil es absorber al otro. irrespetarlo. fácil es pedir demostraciones empíricas y dedicatorias. fácil es distraerse, mentir y ser mentido, dejarse llevar y negarse a todo, todo es muy fácil. fácil el micropoder, hacer café sin vos resulta fácil. y estúpido. es re fácil coger por coger. tomar por tomar. drogar por drogar. matar por matar es fácil. vivir por vivir. nacer por nacer. nah, ser. fácil traicionar y sobre todo sentirse traicionado. fácil pagar. y fácil amar como quien paga, esperando recibir un producto o servicio a cambio. yendo a la ventanilla de reclamos y atención al consumidor. fácil la náusea, todos muertos, el fetiche, no fluctuar, la estabilidad es lo fácil. resulta fácil recibirse y jetear, hacerse el capo, carpetearla. todo se aparece fácil y los muertos, ellos son un resabio de injusticia, los muertos me han sido injustos

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